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El Pájaro de ojos amarillos Es hijo de murciélago viejo y de una lechuza que se aparean el último día de invierno. Al cabo de cinco años la lechuza pone un huevo del que a los pocos días nacerá este extraño pájaro con ojos grandes y amarillos, patas con garras y aceite en vez de sangre. Se alimenta de todos los animalillos que caza deslumbrándolos con la mirada. A los pocos días ya puede volar y es cuando se hace verdaderamente peligroso, pues si acierta a mirar a una persona en el mismo momento en que suena la campana de una iglesia, le transmite con sus ojos un mal que le quema las entrañas y que lo matará en cuatro horas exactamente. El remedio a esta mirada letal es, el vuelo de una golondrina a la que hay que mirar atentamente dirigiéndola una invocación.
El Pecu El Pecu fue un enjendro nacido de un matrimonio de molineros que se hicieron ricos a costa de robar a sus clientes. De pequeñito ya se pasaba el día realizando toda clase de tropelías y además era muy bruto, corto de mollera. Sólo sabía pronunciar la 'p' y la 'q' y repetía: "pe-cu" "pe-cu" De ahí le viene el nombre. Un día, debido a su ignorancia, resultó humillado en la escuela y, enfurecido mató a un compañero embistiéndolo con su cuerno y también partió un crucifijo en dos, tras lo cual una fuerza divina lo transformó en una especie de pájaro. A partir de entonces atormenta a las mujeres de la siguiente manera: las mocitas le preguntan al Pecu cuántos años faltan para su boda y el número de veces que el pájaro cante "pe-cu", son las primaveras que les quedan para casarse. Pero claro, el Pecu era muy bruto y puede equivocarse así que las jovencitas a las que les respondió muchos, muchísimos años, vuelven al año siguiente a preguntarle de nuevo. Y así, año tras año las mocitas se desesperan.
El Gallo de la muerte Una vez cada cien años, los milanos ponen un huevo rojo en un nido que hacen ellos mismos (hecho insólito, pues los milanos no son nada aficionados a construirse un hogar). De este huevo nace una pájara que vive exactamente cincuenta años. Cuando muere, de su cuerpo nace un gusano verde que crece y crece hasta convertirse en un gallo negro : El Gallo de la muerte. El que oye su canto, muere al día siguiente con los luceros. |