La Monuca

Es un animal maldito que sólo se conoce en Cantabria. Es parecido a la garduña, pero con la piel de varios colores. Es hija del gato montés y de la garduña. La monuca días después de nacer mata a dentelladas a su madre, le chupa la sangre y le saca los ojos.

Pronto empieza a matar animales y niños chupándoles la sangre hasta que su padre la encuentra y la ciega en venganza por la muerte de su amada. La monuca, cegada, acaba despeñandose por algún barranco y muriendo.

El Basilisco

Es un extraño animal en forma de reptil, pero con patas, pico y cresta que mata con la mirada. Tiene en los ojos un fuego intenso y penetrante que fulmina a quien mira. Sólo la comadreja, y dicen también de la salamandra, pueden mirarlo de frente y acabar con el Basilisco. También muere si  ve su propio reflejo en el agua.

Los Caballitos del Diablo

Aparecen en Cantabria en la noche de San Juan. Son siete y parecen libélulas gigantescas con largísimas y transparentes alas con las que vuelan velozmente. Van todos juntos y los cabalgan siete demonios. Cada uno es de uno de los colores del arco iris y el rojo, el más corpulento, va en medio y es el jefe.

En realidad son las almas de siete hombres que hicieron mal en su vida, y que los demonios utilizan para visitar el mundo durante esa noche de fuego y hacer todo el mal posible.

El Alicornio

Era una especie de caballo blanco, con patas de gamo y cola de león, cabeza púrpura, ojos azules, un cuerno largo y retorcido en medio de la frente y una alitas encima de las pezuñas.

Cuentan que la única manera de darle caza era poniéndole una hermosa doncella como cebo. La razón de que quisieran darle caza, es que su cuerno era remedio  a muchísimas enfermedades. Quien bebiera del cuerno del Alicornio, nunca le haría daño alguno ningún veneno, ni sufriría males de estómago.